michael gerson, columnista WWW.WASHINTONPOST.COM / viernes 18 de diciembre 2009
En un artículo publicado en el Washington Post, el columnista Michael Gerson obvia que el rechazo de los ugandeses a las prácticas homosexuales responde a razones culturales antes que religiosas (cfr. Aceprensa, 17-12-2009). Pero aporta una reflexión interesante sobre el papel que la religión puede desempeñar en el debate sobre el proyecto de ley contra la homosexualidad.
Frente a quienes ven la religión como una amenaza para la convivencia democrática, Gerson está convencido de que “el pluralismo y la tolerancia han progresado en los países con un trasfondo cultural cristiano. Y no a pesar de las creencias religiosas, sino precisamente gracias a ellas”.
Fue el cristianismo quien forjó el principio de la separación entre la Iglesia y el Estado. “Los americanos rechazamos ser ‘una nación cristiana’ merced a que los padres fundadores tenían la visión cristiana de que los seres humanos están sujetos a Dios y a su conciencia, no al Estado”.
“Este principio, explica, no supone un total libertinaje. Algunas elecciones individuales están legalmente prohibidas por ser intrínsecamente abusivas (las relaciones sexuales con un menor o la pornografía infantil) o destructivas para la misma idea de libertad y de autonomía (drogadicción o esclavitud voluntaria).”
“Pero no se puede prohibir una conducta sólo porque algunos –o, incluso, muchos– digan que es un mal. Las leyes deben fundamentarse sobre un bien público. A falta de ese bien, la gente puede seguir abogando abierta y firmemente por sus convicciones morales. Pero el método que habrán de emplear será la persuasión, no la coerción”. Gerson critica el proyecto de ley ugandés contra la homosexualidad, que incluye severas penas, pues le parece extremista e injusto. En su opinión, las convicciones religiosas deberían servir para buscar una solución que incluya el pluralismo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario