Comentario de angel Gómez fuentes, ex corresponsal de rtve en Roma sobre un artículo de umberto eco en L’Expresso / www.angelgomezfuentes.wordpress.com /martes 1 de diciembre de 2009
“Es imposible entender las tres cuartas partes del arte occidental, si no se conocen los hechos del Antiguo y del nuevo Testamento y la historia de los santos”. La reflexión no viene de un pío devoto, sino de un brillante intelectual laico, Umberto Eco.
En su habitual colaboración semanal con la revista L´Espresso, Umberto Eco, premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades, su último artículo tiene un titular significativo: “Los Reyes Magos, esos desconocidos”. Eco escribe: “Más allá de cualquier consideración religiosa, y también desde el punto de vista más laico del mundo, es necesario que los jóvenes tengan en la escuela una información básica sobre ideas y tradiciones de las diferentes religiones”.
Tras la sentencia del Tribunal de Estrasburgo contra el crucifijo, siguen en Italia la polémica y el debate. Una encuesta indica que la gran mayoría de los italianos, el 84 por 100, es favorable al mantenimiento del crucifijo en la escuela, mientras solo el 14 por 100 (menos de 1 italiano de cada 6) es contrario.
El sondeo refleja que las motivaciones para desear la continuidad del crucifijo en la escuela y oficinas públicas no está ligada exclusivamente a argumentos religiosos, sino que la gran mayoría de los italianos atribuye a la cruz la capacidad de representar los valores de de nuestra tradición y de nuestra cultura.
Para muchos italianos, el crucifijo no es una cuestión de religión, sino de identidad. El nuevo líder del centroizquierda italiano, Pierluigi Bersani, ha dicho que “una tradición como el crucifijo no puede ofender a nadie”. Bersani es ex-comunista y representa el sector izquierdista y laicista del Partido Democrático. El otro partido de la oposición de centroizquierda, Italia de los Valores, que lidera Antonio Di Pietro, ha dicho que “representa la historia y los valores de nuestro país”.
Debo decir que, si dependiera de mí, dejaría el crucifico en las escuelas, porque es la imnagen viva de libertad y humanidad, de sufrimiento y de esperanza y de resistencia a la injusticia. Incluso para los laicos, representa la expresión máxima de laicidad: “Dad al César lo que es del César, y a Dios lo que es de Dios”.
Creo, en definitiva, que sería suficiente explicar quién es Jesús a muchos padres ignorantes, a jóvenes e incluso a algunos profesores, y ante esa historia nadie podría sentirse mínimamente ofendido por el crucifijo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario