Comentario de diego contreras / www.laiglesiaenlaprensa.com /jueves
28 de octubre de 2009
No le ha gustado a Hans Küng la idea de que Roma acoja a los anglicanos que llaman a su puerta. En un artículo publicado hoy por el diario La Repubblica (ver en pdf), el teólogo suizo arremete contra “la sed de poder de Roma”. En el fondo, dice, se trata de “una tragedia: después de las ofensas provocadas por Benedicto XVI a los hebreos, a los musulmanes, a los protestantes y a los católicos reformistas, ahora le toca a la Comunión Anglicana”. Según Küng, Roma ha dejado de lado el ecumenismo y se dedica a la “piratería”.
La verdad es que –como otras veces- cuesta trabajo creer que un texto de tales tonos panfletarios lo haya escrito un teólogo, un académico. Y es que, aparte de la agresividad, contiene afirmaciones tan poco reales como: “tras haber reintegrado a la anti reformista Fraternidad de San Pio X, el Papa…” Cualquier lector medio está informado de que los seguidores de Lefebvre no están “reintegrados” en la Iglesia católica. De lo contrario, serían inútiles las conversaciones teológicas que se están manteniendo, y eso Küng debería saberlo. Parece que todo sirve para mostrar que el Papa “pesca en la derecha”, entre los conservadores y tradicionalistas…
Pero pienso que la clave está aquí: el error del Papa, explica en el artículo, es no haber seguido lo que el propio Küng proponía en un libro de hace 40 años, la creación de una especie de “Commonwealth católica” nacida de la fusión entre Roma y la Iglesia de Inglaterra. ¿Está enfadado porque nadie le ha hecho caso? ¿No carece de una pizca de realismo? Lo que me sorprende es que ni tan siquiera admita que el Papa pueda acoger a cuantos no se reconocen ya en una Iglesia como la anglicana, que pierde cada día jirones de su identidad en nombre de un querer adaptarse a los vientos del momento.
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